Acta
Numero 7 de la sesión del 11 de enero de mil novecientos cincuenta
uno. Después de llamarse a lista, el presidente abrió la sesión
con el quórum reglamentario. Fue aprobado el siguiente orden del
día.
Acta
anterior.
Lectura
de documentos.
Discusión
en tercero y último debate del proyecto de Estatutos.
Primer
punto. Acta anterior, Fue leída y aprobada el acta anterior sin
enmiendas ni modificaciones.
Segundo
punto. Lectura de documentos la secretaria dio lectura a los
documentos enviados por la junta directiva, consistentes, el primero
es un mensaje de admisión cordial al cronista
Felipe González Toledo. El segundo documento es una carta
dirigida al Señor Eduardo
Zalamea Borda (Ulises) Carta que fue publicada en “El
Espectador” en pagina editorial. Los documentos fueron aprobados
por el Club, sin objeciones.
Tercer
Punto. Tercer debate de los estatutos. La presidencia abrió el
debate final del proyecto de estatutos, que había sido ampliamente
discutido en segundo debate en la sesión anterior, y pasado en
condición de redacción definitiva a los socios Profesor Narváez y
Luis Pavajeau. El secretario dio lectura al proyecto, ponderando,
articulo por artículo deteniéndose algunas veces a la aplicación
de algún cambio de forma o estilo aportado por la comisión. Al
finalizarse la lectura del proyecto, pidió la palabra el socio
doctor José Pinzón Quijano, para manifestar que el texto leído lo
hallaba ajustado estrictamente al pensamiento ideológico del club y
a todo cuento fue discutido y aprobado en los dos debates anteriores.
Por lo tanto. Nada tenia que objetárseles mencionando, por el
contrario la comisión integrada por Narváez y Pavajeau un aplauso
especial por su trabajo de revisión y redacción. El doctor Pinzón
Quijano termino proponiendo la aprobación unánime del texto que
acababa de leerse y su adopción como Estatutos
Básicos del Club. Seguido el curso la discusión, el profesor se
refirió a la esencia misma de los estatutos y a su relación con los
ideales del Club. Luego pidió la palabra el socio Luis Pavajeau para
tratar finalmente al nombre de CLUB
CIENTIFICO SOCIAL VEGETARIANO, que había sido uno de los asuntos
mayormente debatido en segundo debate. Demostró Pavajeau que el
nombre era inmodificable, por cuanto se trataba de un Club Social de
carácter privado y luego de una tendencia vegetariana científica,
ya que tanto el club con sus socios cumplían una técnica científica
en su sistema de alimentación y vida en general. El nombre de
vegetariano, a secas, puede prestarse a equívocos, toda vez que
cualquiera que no coma carne pueda intitularse así. Más nosotros
buscamos un acondicionamiento científico de acuerdo con la
naturaleza, que es la finalidad perentoria del Club. Después de la
intervención de Pavajeau y de los conceptos de los socios Lisker,
Romero, Martínez y Guevara, el presidente cerró el debate y sometió
a votación, en tercer y último debate, los estatutos, que fueron
aprobados. Efectuada la verificación, se constato que su aprobación
fue unánime, y en consecuencia se declararon acogidos con carta
fundamental del Club Científico Social Vegetariano.
Finalmente,
fue aprobada una proposición presentada por el socio Narváez, que
dispone fijar la próxima sesión para la elección de la nueva junta
directiva, de conformidad con los estatutos. A las diez y quince
minutos de la noche, se levanto la sesión, El presidente fundador,
CONRADO NARVAEZ. El Secretario de sesiones Joaquín Gómez Porras. El
secretario General, LUIS PAVAJEAU
El
Secretario. Luis Pavajeau
CLUB
CIENTIFICO – SOCIAL VEGETARIANO
Bogotá,
Calle 15 Nº 9-36 Teléfono: 22-496
DECALOGO
EN QUE FUNDAMENTA SUS ACTIVIDADES:
1º.-
Orientamos nuestras actividades hacia el mejoramiento de la
estructura física de la raza, base y fundamento del bienestar
social, ya que toda actividad mental, es el fruto de la armonía
fisiológica de nuestro organismo, visiblemente alterado por el
artificialismo imperante.
2º.-
Consideramos antinatural el uso de la carne como alimento, porque la
anatomía comparada nos enseña, con claridad meridiana, que la
especie humana posee la estructura orgánica de los frugívoros y no
de los carnívoros.
3º.-
Por ser antinatural y tóxico nutrirse de cadáver, aconsejamos
excluir de la alimentación la carne: pues a pesar de su provisión
de albúmina y su ponderada proteína, está cargada de múltiples
toxinas como ácido úrico, la cadaverina, ptomainas, purinas etc.,
de extraordinario poder destructivo en el organismo humano.
4º.-
En cambio, para alimentarnos convenientemente, la Madre Naturaleza
nos brinda en pródiga abundancia, frutas y tubérculos, cereales y
hortalizas, legumbres y verduras, de aspecto agradable y de
comprobada riqueza en hierro y potasio, fosfatos y magnesio, calcio y
yodo, albúmina y proteína, calorías, vitaminas, enzimas y
clorofila, aminoácidos esenciales en el mundo vegetal ets.,
elementos destinado por el Supremo Creador a conservar la vida,
perpetuando especies y de cuyos componentes debemos nutrirnos
exclusivamente si queremos vivir en permanente salud.
5º.-
Aconsejamos sobriedad en todo y especialmente en el comer, pues el
alimento destinado a conservar la vida, puede trocarse en veneno
mortal, si la gula se apodera de nuestro organismo alterando su
normal funcionamiento.
6º.-
Combatimos el uso de la droga y narcóticos, porque en ves de curar,
contribuyen al desarrollo de otras enfermedades que los Alópatas
denominan “Medicamentosas”, ya que su acción sedativa en las
molestias dolorosas, dan al enfermo confianza ilusoria y perjudicial;
además, hay que tener en cuenta, que todo estado patológico es un
esfuerzo natural del organismo por evacuar toxinas o materias
extrañas que alteran y entorpecen su normal funcionamiento; y está
científicamente comprobado que el mecanismo de nuestras defensas
puede eliminar satisfactoriamente dichos elementos, propiciatorios de
los trastornos funcionales y de las morbosidades microbianas, si
vivimos en armonía con las leyes de la naturaleza.
7º.-
desarrollamos franca y vigorosa campaña contra el tabaco y bebidas
embriagantes, pues estas prácticas degradantes, pero aceptadas por
las circunstancias de la época, está contribuyendo lenta pero
poderosamente, a la degeneración física, mental y moral de quienes
se van familiarizando con el empleo de tan deprimentes elementos.
8º.-
Sabemos que la inclinación al mal, la falta de tolerancia, el odio a
nuestros semejantes, la predisposición a la venganza, el anhelo
insaciable de algo que al fin no sabemos determinar, la dureza de
nuestras maneras, la indiferencia a las iniciativas nobles y
generosas, la poca fe en nuestras propias capacidades y el oculto
egoísmo que nos asfixia, se deben a la vida antinatural que hoy
impera y al ambiente artificioso que nos domina.
9º.-
Creemos que las circunstancias anotadas, están contribuyendo al
desquiciamiento social que amenaza la vigorosa estructura física y
moral que nos legaron los sabios de la antigüedad, basados en las
leyes inmutables de la naturaleza. La actual civilización, en las
diversas manifestaciones del saber humano y pese al interés
investigativo de algunos científicos por mejorar el actual estándar
de vida impuesto por el desenfrenado incremento de la industria
alimenticia y medicamentosa demuestra mayor interés por crear
elementos para la destrucción colectiva, que por idear y llevar a la
práctica fórmulas de conciliación universal.
10º.-
Que por lo anteriormente expuesto, creemos que en la naturaleza están
inalterables las únicas fuentes de regeneración física, mental y
moral que tanto ambicionamos; y que si volviéramos a ellas en forma
colectiva, sin necesidad de regresar a la época de la caverna,
surgiría por ley de evolución, ambiente propicio al mutuo
entendimiento para resolver satisfactoriamente los múltiples
problemas que hoy preocupan y confunden a la humanidad. Mientras
tanto, las diversas tendencias seguirán sus luchas por el predominio
de las ideas, que son redención y vida en los labios de sus
pregoneros. Pero si esa vida (que es obra de Dios), hay que
eliminarla para asegurar el colmo de las ambiciones, el grito de
piedad, ultima exclamación a que se acude ante el postrer peligro,
es ahogado por la acción demoledora del puñal fratricida y quienes
estos actos ejecutan, dicen “obrar con estricta justicia y por la
supervivencia de causas nobles y generosas”.
Lema
de la Institución:
Por
la generación física y moral de la especie humana y por el respeto
a la vida en sus múltiples manifestaciones, volvamos a la
naturaleza.
Profesor
Narváez
Info: jairo.narvaez@yahoo.es